Juan Delanada es un autor dotado con la habilidad de ejecutar hábiles disparadores que invitan a la reflexión, así como la introspección, a partir de relatos basados en experiencias propias, sin caer en el cliché de la búsqueda por la cosecha de frases que serán inmortalizadas en sobrecitos de azúcar, como tantos escritores de autoayuda.
Con un pasado en la docencia académica, Juan ha sabido capitalizar la pedagogía y hacerla trabajar en función de narraciones ágiles, elegantes y emotivas que hacen sentir al lector como un amigo que está compartiendo un café con el narrador.
En plena preparación de la presentación en la Biblioteca Popular Alberdi, Juan se hizo un momento para obsequiarnos sus reflexiones... de una tarde de primavera cualquiera.
¿Cómo fue el proceso de creación y selección para los relatos que conforman Recuerdos Imprecisos?
Salió en forma espontánea mientras escribí Reflexiones de un día de otoño nublado. Un día me avisan que vino a la oficina un familiar de un cliente que había tenido hacía como 30 años para que tomara un juicio de daños y perjuicios que había comenzado con otro colega y notaba que no avanzada. Le dijo a mi secretaría que toda la familia siempre me recordaba. Era la hermana de Juan. Les comenté la historia a los integrantes del Estudio y les prometí que la escribiría para que la conozcan. Así nació Juan sin Nombre y con ello el primer relato de Recuerdos Imprecisos. Lo demás luego vino sólo.
Si tuvieras la posibilidad de viajar hacia atrás en el tiempo, ¿hay alguna de las historias en la que actuarías diferente y, por ende, tendría otro final?
Es muy difícil saber eso. Las cosas que hice en mi juventud eran producto del impulso que cualquiera tiene en esos años que piensa que todo lo puede. Hubiera querido no tener que escribir La Estrella más Brillante. Además, todas las historias son cosas que realmente me sucedieron y lo relatado coincide en un 95% con los hechos vividos, salvo algunas “imprecisiones” producto del paso de los años. De Flower Power y Hay una Bomba en el colegio pasaron 50 años. Help es una elegía por el paso del tiempo y la perdida de la fortaleza de la juventud. Creo que cada historia tiene el final adecuado y que no merece cambiarse, porque fue lo que sucedió. Es la verdad.
¿Qué aspectos retratados sentís que estarían faltando en la actualidad? Y, en contraposición, ¿En qué cosas sentís que el mundo actual ha progresado con respecto a los usos y costumbres que se describen en las páginas?.
Creo que el avance de la tecnología, la exigencia de estos tiempos y la debacle moral que se nota en la sociedad hicieron que se pierda esa frescura que teníamos hace por lo menos 30 años atrás. Como contraposición, tenemos que aprovechar los avances de la tecnología para comunicarnos en debida forma, como lo estamos haciendo ahora, sin abusar de ello a cada momento.
El libro cierra con un impactante testimonio de un ex combatiente de Malvinas. ¿Qué significó la Guerra de Malvinas en tu vida?.
Debo confesar que en su momento estuve en contra de la guerra de Malvinas como lo estoy frente a cualquier conflicto bélico. Creo que en una guerra pierden ambos bandos porque la sangre que queda en el campo de batalla es de los dos oponentes y los daños colaterales son terribles. Pero en cuanto me di cuenta que, dejando de lado a los energúmenos que decidieron la recuperación, mandaron a pibes que estaban haciendo el servicio militar y encima que estos fueron unos valientes, dignos de reconocimientos hasta del propio enemigo, hice mía esa epopeya y la relaté como homenaje para todos ellos en Doble Héroe. Creo que es la gran asignatura pendiente que tiene este país con ese tema.
¿Cuáles son los próximos proyectos?
Escribir una novela. Tengo dos o tres argumentos que debería desarrollar. Aguardo que aparezca la musa inspiradora para darle forma y sentarme frente a la computadora a escribir.
Links:
No hay comentarios:
Publicar un comentario