Rodrigo Pedro es director de cine y actor independiente,
con estudios en producción de cine y televisión.
Cuenta con varias puestas en escena en su haber y
estuvimos conversando con él, a propósito de su nuevo proyecto: Pobre Argentino
Pobre.
Contános cómo nació tu pasión por el teatro.
Comencé mis estudios de teatro a los 14 años. Tenía la
necesidad adolescente de expresarme de otra manera, ya que venía haciéndolo
desde el dibujo. Igual me gustaba la idea de ser más de una persona: creo que
es lo mágico del teatro; y estar jugando todo el tiempo. Siento que es un
hermoso juego que nos permite salir de uno para ser otro. Empecé cerca de casa
con Catalina Speroni, una gran actriz, y fue maravilloso. Nunca más pude dejar
de hacer teatro.
Recientemente pudimos verte en escena con DÑI, una
representación tragicómica de la burocracia y desidia de los organismos
públicos. ¿Cómo fue la experiencia?
"DÑI" es una obra que creo que voy amar siempre. La pasé
genial y cada vez que la hacemos la disfruto mucho.
Fue una obra que entró en un momento donde yo estaba sin
laburo y medio bajón. Fui a un casting en el que estaban buscando a Peña, el
hombre del trámite, y quedé. Conocí un grupo maravilloso que es Clandestino
Teatro y con cada cosa que hacemos la pasamos genial.
"DÑI" cuenta la historia de Peña en la década de los '70. Un hombre al cual le roban la identidad por un error de tipeo. Y habla
claramente de eso, de la Identidad y de la pérdida de la misma. Por eso los '70
son una época nefasta de nuestra historia donde en un punto todos perdimos la
identidad. Peña no sólo sufre esta pérdida desde este error de tipeo si no que también
la pierde físicamente.
Actualmente están presentando Pobre Argentino Pobre.
¿Cómo surgió la idea y cómo la están llevando a cabo?
"Pobre Argentino Pobre" es del mismo escritor y director
de "DÑI": David Bogado y habla de la crisis del 2001, que es contada por Juan
(Fernando Martino). Juan es echado de su trabajo, cobra la indemnización en
patacones, los poco ahorros que tenía quedan en el corralito y su vida se
desmorona. Nos va contando todo el 2001, desempleo, crisis económica,
corralito, patacones, trueque... Otra época que cuesta olvidar.
Esta obra no deja de sorprenderme por la cercanía a esta nueva realidad que estamos viviendo. Volver
a escuchar la campaña presidencial De La Rua es un flash.
¿Cómo definirías a tu personaje? ¿Cuánto hay de Rodrigo
en él?
En "Pobre Argentino Pobre" hago tres personajes: uno es el
jefe que decide echar a Juan de su trabajo, que es el detonante de la historia.
Este es un jefe cheto de los '90 que está más interesado en pasarla bien que en
los demás. "Hay que reducir gastos y hemos decido dejar de contar con sus
servicios" le dice a Juan mientras se divierte con un videojuego.
El otro personaje es un Chorro al mejor estilo "pibe
chorro" que, echado de su trabajo desde hace un par de meses y sin poder
hacer otra cosa, decide salir a robar para poder comer. Lo intercepta a Juan
para robarle pero resulta que Juan y el Chorro se conocen desde pibes, así que
deciden hacer como un "Trueque" o un "MegaCanje".
Y el otro es un Puteador en pleno corralito. Es ese
hombre muy conocido que le dice a Martín Ciccioli " Que devuelvan la plata
que se robaron..." y empieza a enumerar a todos los presidentes, ministros
y demás yerbas de los '90 y de la Alianza.
Respecto a qué hay de Rodrigo en cada personaje, yo soy
de la idea que todos los roles están dentro mío. Todos tiene un poco de mi.
Todos son creados desde la observación, desde los recuerdos. Las imágenes
que están dentro nuestro que vemos todos
los días. La observación es una de las grandes virtudes que desarrollamos los actores y eso nos lleva a
lugares y a personajes hermosos. Por eso todos tienen un poco, o mucho, de mí.
¿Cuáles son las problemáticas más frecuentes con la que
lidia el teatro independiente a la hora de concretar un proyecto?
El teatro independiente se hace con muchas ganas desde
el primer momento que se encara un proyecto.
Sabemos los que venimos remando en esto desde siempre que es
complicado. A nivel actoral (a esto me refiero, que es muy poco o nada
remunerado), por lo tanto el nivel de compromiso siempre pende de un hilo. Es
difícil armar elencos con ganas, predisposición, lograr congeniar horarios de
ensayo, producir la obra ya sea desde juntar el dinero para hacerla, armar
carpetas para subsidios, buscar teatros, horarios de función, etc.
Y creo que siempre lo más difícil es la difusión. Lograr
que todo el elenco se ponga las pilas para difundir la obra, para invitar gente
y para estar atrás del público que venga, tratando de lograr un compromiso real
con el público.
El teatro independiente no termina en el estreno. Se
sigue con la convocatoria y la difusión, así que no se para nunca.
¿Qué significa el teatro para vos?
El teatro es mi
vida. Ojalá algún día pueda vivir de él.
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